Aquel que halla logrado mantener su mente serena, sabrá claramente la importancia del pensamiento profundo, claro y sereno, y sobre todo compasivo y solidario. Cuando el hombre ya no se sujeta a las reacciones violentas puede confrontar los peligros más absurdos y siniestros, y sin embargo alcanza el dominio de los mismos, tan solo porque en su corazón mora la paz espiritual.
Es sumamente importante no odiar más allá de nuestros límites, porque eso nos lleva a dañar a nuestros seres queridos, es como sembrar caos y violencia en el mundo.
La sabiduría espiritual nos enseña a evitar y controlar el odio, que da paso a la violencia, y para no llegar a estos extremos hay que tener un punto de equilibrio, un centro de balance perfecto y absoluto, y es importante aclarar que esto no es cultivar la inacción, sino que es importante comprender y revelar la acción madura, responsable y coherente.
El reino del saber, consiste en contemplar y actuar, pero en una sabiduría que viene de reconocer nuestras propias limitaciones, y para esto es necesaria la intervención divina, no es bueno que el hombre actué sólo, hay un Dios que derrama su calma, confianza, y autoridad , cuando se cultiva individualmente la fe y la oración, la reacción del hombre no se extrema entre la pasión y el odio, sino que aprende a florecer en si mismo "la gracia del espíritu santo" que es lo que Dios permanentemente transmite.
Entonces, el gobierno del control es un proceso de elevación de la consciencia, y tenemos que buscar la fortaleza en Dios, y así aplicar el orden, la cultura, y la justicia que siempre es motivo de contentamiento.
La gracia del rey significa y representa la voluntad y el dominio que ha puesto Dios en el hombre para que puede hacer de su vida fundamento de control y superación, causa o razón de superarse y de trabajar en el desarrollo del arte el cual es el Bien que debe ser proclamado en todos los lugares.
Es sumamente importante no odiar más allá de nuestros límites, porque eso nos lleva a dañar a nuestros seres queridos, es como sembrar caos y violencia en el mundo.
La sabiduría espiritual nos enseña a evitar y controlar el odio, que da paso a la violencia, y para no llegar a estos extremos hay que tener un punto de equilibrio, un centro de balance perfecto y absoluto, y es importante aclarar que esto no es cultivar la inacción, sino que es importante comprender y revelar la acción madura, responsable y coherente.
El reino del saber, consiste en contemplar y actuar, pero en una sabiduría que viene de reconocer nuestras propias limitaciones, y para esto es necesaria la intervención divina, no es bueno que el hombre actué sólo, hay un Dios que derrama su calma, confianza, y autoridad , cuando se cultiva individualmente la fe y la oración, la reacción del hombre no se extrema entre la pasión y el odio, sino que aprende a florecer en si mismo "la gracia del espíritu santo" que es lo que Dios permanentemente transmite.
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