Hay una montaña tan alta que toca el cielo; escarpados son sus caminos, peligrosos. No cualquiera podría escalarla, sin embargo, se dice que casi llegando a lo más alto, habitan unos seres llenos de sabiduría y fue pues el caso de un estudioso espiritual que había peregrinado mucho.
Y le tomo mas de cuarenta años alcanzar casi la cima de la montaña, podemos imaginarnos cuantas dificultades, que cantidad de esfuerzo, dedicación, esmero, sacrificio y muchísimo más.
Y llego este hombre y dijo:
- He venido hasta aquí porque tengo dos preguntas y requiero saber las respuestas:
¿Donde habita la tristeza?
¿Donde habita la alegría?
¿Donde habita el amor?
¿Donde habita el odio?
¿Donde se encuentra la paz?
¿Donde se encuentra la violencia?
¿Donde se encuentra la hermandad?
¿Donde se encuentra la discordia?
Y como esta es una gran dualidad donde se contraponen el uno al otro; voy a concentrar mi pregunta:
¿Donde se encuentra el divino amor y donde se encuentra el infierno del odio?
Y un sabio salio de lo más profundo de la cueva y le dijo:
- Posiblemente crees que has hecho mucho esfuerzo y por eso te sientes con la autoridad de hacer dos preguntas, pero aquí hemos hecho concejo y hemos decidido tan solo darte una respuesta, una y nada mas.
Pero el hombre, quien preguntaba, clamo diciendo:
- Me vas a dejar con una duda, mi saber va a quedar incompleto, voy a caminar como si arrastrase una pierna, necesito las dos respuestas y simplificare aun más mi pregunta:
¿Donde esta el cielo y donde esta el infierno?
Y el anciano contesto:
- No te inquietes porque te de muchas respuestas porque lo que te voy a decir responderá las dos preguntas a la vez. Y algo más te voy a decir y en lo profundo de tu ser, te vas a estremecer: El cielo, el infierno, se encuentran en el corazón.
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Pintura y Escrito :
Oscar Basurto Carbonell
www.mystichealingart.com
