Para comprender el sentido real de la vida es necesario vernos a nosotros mismos, pero esto no es tan solo una visión introspectiva .Es cierto que es el comienzo, mirar profundo y hondo pero luego esa mirada tiene que volcarse hacía el universo. Y para que esto suceda, quien tiene que ver no es solamente los ojos sino que también y sobre todo el corazón. Y sí hay en esto sensibilidad y pureza, se conocerá la vida tal cual es: llena de inmensidad y la facultad espiritual de ser felices. Y esto es cuando el niño interno se encuentra libre de todas las limitaciones, confusiones y sobre todo del egoísmo. La Felicidad está como plenitud de vida siempre a nuestro alcance.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
http://pensamientos-espirituales.blogspot.com
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